Chicas basura II

(me ha costado la vida subirlo!)

Smoothie debe estar subiendo las escaleras, porque huelo su perfume barato y dulzón a kilómetros de distancia… Ella dice llamarse Ronna, pero para nosotras siempre será Smoothie* y es amiga de la facultad de Amy, ahora hacen el doctorado en el mismo departamento, que, por supuesto, no he tenido nunca interés de enterarme cuál es. Yentl debe haberla olido porque asoma su cabeza por la puerta del baño con las bragas en los tobillos:

- ¿No pensarás abrir, cacho perra?

- ¿Me ves con intenciones de abrir? 

Ninguna de las dos entendemos la amistad de Amy con esa lameculos sin tetas, la puta Smoothie-Smooth con su voz de pito y sus alabanzas imparables. Supongo que Amy, aunque es la más “correcta” de todas nosotras tiene su lado hijoputa y le encanta tener una sirviente permanente. Llevará como un cuarto de hora llamando a la puerta, pero Yentl está jiñando y yo estoy demasiado cómoda en el sofá como para plantearme moverme ni para cambiar de canal- llevo tres cuartos de hora viendo un documental sobre peces payaso.

- ¿¡Amy!?- toc-toc-toc- Oigo la tele… ¡¡Se que hay alguien ahí!! 

- ¿No se callará la frígida esa? ¡Así una no puede cagar a gusto!- oigo que me grita Yentl. 

- Vale… Joder, me lo vas a tener que compensar…

- ¡Te compraré mandanga pero haz que esa apestosa se pire de mí casa! 

Por el bien de mi exigencia química me levanto con desgana del sofá y me echo contra la puerta, cuando la abro está a punto de dar otro toque en ella.

- Smoothie, Amy no está en la queli, se ha perdido hace horas por el puto mundo así que ¡vete a tomar por culo por ahí y que te peguen un buen polvo!- PLAS.

Qué. Puto. Descanso.