18 de enero de 2012

Chica(s) basura: volumen 2.0

Sheryl. Así me conocen. Y soy puta: hago la calle desde hace muchos años y creéme nunca se le acaba de coger del todo el gusto, pero es esto o una vida publicitaria políticamente correcta ¿Por qué no meterse de lleno en el juego capitalista? Ahora todo se vende y todo se compra. El sexo. Aunque sea un puto tabu que escandalice a más de un retrógrado hipócrita moralista. Sí, tía, a uno de esos que luego te pasan la targeta por la raja del coño. Y lo llaman explotación ¡también es explotación trabajar durante 10 horas diarias sin pagas extra y con un sueldo de mierda! Que se metan su jodida moralidad por el culo, me prostituyo porque me da la puta gana. Prefiero vender mi cuerpo a vender mi dignidad y ser una alienada producto de esta sociedad. Además, me gusta joder a quienes quieren joder conmigo, todo sea dicho. Me siento mucho más resarcida cuando amanso una gran cantidad de billetes en la mano, les birlo toda la coca que llevan en los putos bolsillos... Los dejo pelaos. Qué se jodan esos viejos arrugados, obesos sudorosos adictos al poder. Lo tienen sobre la economía, lo tienen sobre la política, lo tienen sobre su empresa, lo tienen sobre su casa, lo tienen sobre sus hijos e hijas, lo tienen sobre sus mujeres... Y lo quieren tener también conmigo. Nah, nah, así no funcionan las cosas en villa Sheryl. Ellos creen que han ganado hasta el último momento.
¿Qué hay más bajo que una puta?
¿Un maricón?
¿Pobre proletario además?
¿Todas esas cosas juntas?
No hay nada más gratificante que vacilarlos y dejarlos con los bolsillos vacíos... Bueno, con la vida de mierda que llevo puede que sea lo más gratificante.
¿Vivir? La tías como yo no vivimos: SOBREVIVIMOS este cúmulo de circunstancias que es nuestra existencia. ¿Desearía haber sido una burgesa de clase media? Sí, a veces sueño con esas cosas, ¿sabes? Cosas de personas normales entrando en el juego enajenante hasta qu
e me doy de ostías contra el mundo. ¿Qué si no he pensado en que algún día yo también seré Pretty Woman y un macizo Richard Gere me salvará de mi vida de perdición infructifera? Claro que sí, al principio sí, cuando no era más que una puta cría a la que acaban de salirle los pelos del pubis. Ahora no podría, además, no acepto ningún puto "Richard Gere" a no ser que venga con la guita por delante. Estoy tan jodidamente cansada de las pollas y su rancia lefa que cuando puedo darme un garbeo extraprofesional prefiero comermer un buen coño independientemente de su color o edad;
el deseo ni ve ni piensa,
tan solo tiene prisa.

¿Qué si me drogo? Qué pregunta más jodidamente absurda, ¿cómo podría soportar esto sino? ¿Cómo pueden soportarlo ellos sino? Eso sí, ni un jodido duro. Podría dedicarme al tráfico de dama blanca por toda la mierda recogida durante años, aunque me molan más las anfetas que he pillado por algun bolsillo abandonado momentáneamente por su amo. Pero eso, ni una puta moneda. Todo lo recolecto y me lo da la naturaleza de mis encantadores clientes; grandes yonquis estos peces gordos. ¿Soy adicta? Es una cosa que me es indiferente. Mi comportamiento ya era socialmente desadaptativo anteriormente, no me hicieron falta las drogas, que sin duda ayuda, pero, eh, me paso la posible adicción por la raja. Mientras existan pollas tendré droga.





El vicio y la astucia van de la mano.
Ahí lo dejo.
Buenas noches,
Sheryl

16 de enero de 2012

California Dreaming: Nico (y) Tina

No puedo creer el frío que hace esta noche. El invierno es una puta mierda y aquí, desgraciadamente, dura más de lo que debería. Cómo me gustaría vivir en uno de esos países del sur, tan de playa y sol. Sol, sobre todo. Pero no, la tía que me parió tuvo que hacerlo aquí y mi padre tuvo que quedarse en este nido infesto de desgradiadas y alienadas personas. La falta de sol afecta negativamente al bolo, ya lo dicen muchos medicuchos que no tiene nada más importante que hacer que estudiar la incidencia del sol en capullos desgradiados.

La humedad, buff, otra cosa más que odio. Cala y cala, da igual que lleves quinientas mil capas como si vas en ropa interior, siempre llevas las largas puestas del frío.

Necesito un pitillo, he tenido un día muy estresante en la facultad. Hay un grupillo de chungarros parados en una esquina escuchando música por sus iPhones (robados a algún pardillo), me acerco y les pregunto si tienen un pitillo que darme. Uno de ellos, particularmente, ese que me habla, me escanea con la mirada de arriba a abajo y me dice con un tonito lascivo "yo te doy lo que necesites, nena" Buah! Pedazo casanova de tres al cuarto cara-cráter "Necesito un pitillo" Le espeto "¿Me lo das o tengo que hacerte una mamada para conseguirlo?" Todos se miran entre sí, muy gallitos, y se sonríen con suficiencia. Sí, tienen la situación super controlada "Hombre, si me lo dices así, no me importaría, ni a mis colegas tampoco" Claro, no estaba pensando yo en nada más: ¿quién quiere envenenarse el cuerpo con alquitrán cuando puede hacerlo con lefa rancia de estos cabrones? "Qué os peten" Doy media vuelta y uno de ellos me coge por el brazo. En dos segundos está de cuclillas con la cabeza entre los hombros soltando lagrimitas de dolor. "Alguien quiere que le toque los huevos también?" Todos están como pasmados, ni siquiera se han acercado al capullo llorón. Que les den, sus churris anuladas no podrán ni chistarles. Pero yo no soy ni 1) una churri chunguita ni 2) una anulada de mierda. Se lo merecen, por ser tan débiles de mente. Bah, ya no se qué digo.
Sólo se que me fumo encima.

No suelo frecuentar esta parte de la ciudad, es como de abuelos en búsqueda desesperada de calor humano. Bah... Voy a entrar en algún garito, rebuscando entre los bolsillos de mi abrigo he encontrado un poco de pasta, y necesito algo que me altere la mente y me relaje. Entro en el primer local que veo, no me he fijado ni en el nombre. El calor abrasa aquí dentro y deberían sobrarme capas de repente, pero noto frío, por el mono y eso, raro mono. Busco con la mirada alguna mesa libre donde poder descansar el culo. Allí, a la izquierda hay una: me siento. Echo otra mirada no muy apreciativa sobre el local. Bueno, sin drogas nada se aprecia precisamente de manera positiva. Sobre todo veo que no tiene máquina de tabaco cosa que me enerva un poco. Al rato aparece una tía más bien feucha a tomarme nota "Una pinta de lo que tengas de barril" La tía me sonrie y se larga a rellenarme el vaso.
Llevo un rato bebiendo, pero sigo fumándome encima. Miro aburrida la exposición de botellas de priva que tienen cuando de los lavabos sale una voz "Pedazo de... puede qué este bueno pero odio qué me haga limpiar los putos baños" Jo-der. Pelirroja, cuerpo de infarto y ¡oh sí! un cigarro entre los labios... Me levanto empujada por un deseo más poderoso que yo: la nicotina. "Me puedes dar un cigarro tía, me fumo encima desde hace horas" La tía me mira a los ojos, buah qué intensa. "Toma nena. ¿No eres muy pequeña para fumar?" Me tiende un cigarro, que pongo entre mis labios, me lo enciende y aspiro fuerte cerrando los ojos, notando como mi mono se calma y mi cuerpo empieza a relajarse "Eso a tí no te importa. Pero gracias" Le guiño un ojo mientras le dejo pasta encima del mostrador y me piro antes de que me de el cambio y de que me replique, si tenía intención de ello, aunque lo parece ya que tiene cara de que le pone tener la última palabra, qué se joda. Conseguido mi objetivo no tengo nada más que hacer en este lado de la ciudad.
Como dice Ig "America (o x país) toma drogas en defensa de su psique" y la mía ya estaba destruyéndose por la falta de nicotina. Puta mierda de vicio, puta Evy y sus asquerosos vicios contagiosos.

California Dreaming: Desfase horario y ¿Me has traído los cacahuetes Alfred?

Bueno, clica aquí tíx y después aquí!