16 de enero de 2012

California Dreaming: Nico (y) Tina

No puedo creer el frío que hace esta noche. El invierno es una puta mierda y aquí, desgraciadamente, dura más de lo que debería. Cómo me gustaría vivir en uno de esos países del sur, tan de playa y sol. Sol, sobre todo. Pero no, la tía que me parió tuvo que hacerlo aquí y mi padre tuvo que quedarse en este nido infesto de desgradiadas y alienadas personas. La falta de sol afecta negativamente al bolo, ya lo dicen muchos medicuchos que no tiene nada más importante que hacer que estudiar la incidencia del sol en capullos desgradiados.

La humedad, buff, otra cosa más que odio. Cala y cala, da igual que lleves quinientas mil capas como si vas en ropa interior, siempre llevas las largas puestas del frío.

Necesito un pitillo, he tenido un día muy estresante en la facultad. Hay un grupillo de chungarros parados en una esquina escuchando música por sus iPhones (robados a algún pardillo), me acerco y les pregunto si tienen un pitillo que darme. Uno de ellos, particularmente, ese que me habla, me escanea con la mirada de arriba a abajo y me dice con un tonito lascivo "yo te doy lo que necesites, nena" Buah! Pedazo casanova de tres al cuarto cara-cráter "Necesito un pitillo" Le espeto "¿Me lo das o tengo que hacerte una mamada para conseguirlo?" Todos se miran entre sí, muy gallitos, y se sonríen con suficiencia. Sí, tienen la situación super controlada "Hombre, si me lo dices así, no me importaría, ni a mis colegas tampoco" Claro, no estaba pensando yo en nada más: ¿quién quiere envenenarse el cuerpo con alquitrán cuando puede hacerlo con lefa rancia de estos cabrones? "Qué os peten" Doy media vuelta y uno de ellos me coge por el brazo. En dos segundos está de cuclillas con la cabeza entre los hombros soltando lagrimitas de dolor. "Alguien quiere que le toque los huevos también?" Todos están como pasmados, ni siquiera se han acercado al capullo llorón. Que les den, sus churris anuladas no podrán ni chistarles. Pero yo no soy ni 1) una churri chunguita ni 2) una anulada de mierda. Se lo merecen, por ser tan débiles de mente. Bah, ya no se qué digo.
Sólo se que me fumo encima.

No suelo frecuentar esta parte de la ciudad, es como de abuelos en búsqueda desesperada de calor humano. Bah... Voy a entrar en algún garito, rebuscando entre los bolsillos de mi abrigo he encontrado un poco de pasta, y necesito algo que me altere la mente y me relaje. Entro en el primer local que veo, no me he fijado ni en el nombre. El calor abrasa aquí dentro y deberían sobrarme capas de repente, pero noto frío, por el mono y eso, raro mono. Busco con la mirada alguna mesa libre donde poder descansar el culo. Allí, a la izquierda hay una: me siento. Echo otra mirada no muy apreciativa sobre el local. Bueno, sin drogas nada se aprecia precisamente de manera positiva. Sobre todo veo que no tiene máquina de tabaco cosa que me enerva un poco. Al rato aparece una tía más bien feucha a tomarme nota "Una pinta de lo que tengas de barril" La tía me sonrie y se larga a rellenarme el vaso.
Llevo un rato bebiendo, pero sigo fumándome encima. Miro aburrida la exposición de botellas de priva que tienen cuando de los lavabos sale una voz "Pedazo de... puede qué este bueno pero odio qué me haga limpiar los putos baños" Jo-der. Pelirroja, cuerpo de infarto y ¡oh sí! un cigarro entre los labios... Me levanto empujada por un deseo más poderoso que yo: la nicotina. "Me puedes dar un cigarro tía, me fumo encima desde hace horas" La tía me mira a los ojos, buah qué intensa. "Toma nena. ¿No eres muy pequeña para fumar?" Me tiende un cigarro, que pongo entre mis labios, me lo enciende y aspiro fuerte cerrando los ojos, notando como mi mono se calma y mi cuerpo empieza a relajarse "Eso a tí no te importa. Pero gracias" Le guiño un ojo mientras le dejo pasta encima del mostrador y me piro antes de que me de el cambio y de que me replique, si tenía intención de ello, aunque lo parece ya que tiene cara de que le pone tener la última palabra, qué se joda. Conseguido mi objetivo no tengo nada más que hacer en este lado de la ciudad.
Como dice Ig "America (o x país) toma drogas en defensa de su psique" y la mía ya estaba destruyéndose por la falta de nicotina. Puta mierda de vicio, puta Evy y sus asquerosos vicios contagiosos.

3 comentarios:

Esther Moreno Morillas dijo...

Aja! por fin has escrito algo (como se nota que tú no tienes que estar estudiando perra, pero ya te tocará ¬¬ muajajaja!).

Por fin se han conocido estas dos adorables fieras, ya veremos que ocurre más adelante ^^

Me ha gustado mucho. Esta tia tiene carácter y mola. Me encantó como ha dejado de jodidos a esos chungarras garrulos xD

Un beso enorme petita ^^

Esther Moreno Morillas dijo...

¡Aquí te falta una imagen!

LauMel dijo...

Hola!
Aunque sé que no me vas a responder :-P te comento que nada más leer que tu protagonista entraba en un bar desconocido en busca de un cigarro o de cualquier cosa que matara su mono de nicotina, he sabido que estaba en el bar de Adara (la prota de Esther) y me he imaginado qué situación era.

Bueno seguiré echándole algún vistado a tu blog así que me suscribo para no tener que buscarte a través del de Esther.

Un besito, me ha encantado conocerte esta noche!